Carta a papá

Hola, papá.
Esta es una carta de despedida. Ahora se abre una nueva etapa, una fase en la que yo tomo el control de mi vida y soy capaz de manejar las riendas. Ahora elijo poner mis propios objetivos y vivir la vida por mí mismo.
Desde pequeño, siempre has guiado mi conducta, el próximo paso que debía de dar. Y en cierta forma puede estar bien, pues era un niño aprendiendo a dar sus primeros pasos en este mundo. Es por esto que quiero darte las gracias por haber ejercido de padre de la única manera que sabías, con tus defectos y limitaciones.
Entiendo que en el fondo siempre has deseado mi bien, aunque ahora has de entender tú que yo tengo mis propias necesidades y, al ser diferentes personas, contemplamos diferentes valores, opiniones y formas de vivir.
No soy todo aquello que te hubiera gustado que fuera. Siempre he luchado por ser el niño bueno del cual su padre se sintiera orgulloso, pero he llegado a una edad en la que me doy cuenta de que así no soy feliz. Necesito recorrer mi propio camino, cometer mis propios errores y tomar mis propias elecciones.
Si realmente deseas mi felicidad, si realmente me quieres, entenderás el porqué decido despedirme como el niño modelo que para ti he sido durante tantos años.
Estoy aprendiendo a respetar tu forma de vida, tus decisiones. Entiendo que tú también tienes todo el derecho del mundo a labrarte tu propio camino. Es por eso que necesito a veces tomar distancia, para diferenciar bien los límites entre tú y yo, para cortar el cordón umbilical imaginario que aún me une a ti. Solo desde la distancia podré verte por completo.
Adiós de parte del niño bueno y frágil que no hacía más que buscar la aprobación de su padre. Aquí nace un hijo más auténtico, más centrado y más desarrollado. Un hijo más capaz de quererte por como eres, porque se empieza a querer a sí mismo como es.
Te deseo toda la felicidad que estés dispuesto a encontrar, que yo seguiré por aquí para mirarte a los ojos y agradecerte el regalo de la vida, el tiempo dedicado y para quererte como estoy aprendiendo a hacer.
Espero que podamos coincidir en algunos puntos del camino. En caso contrario, siempre nos queda respetarnos y alegrarnos el uno del otro por tomar pasos firmes en la vida.
Un profundo abrazo.
Tu hijo.
Sobre Antonio de la Torre
Psicólogo responsable y fundador de Terapia Humanista.Pasa consulta en el centro desde sus inicios. Participa de forma activa en la expansión de conciencia a través de su labor como psicoterapeuta gestalt y transpersonal, sirviéndose de grandes herramientas terapéuticas como el eneagrama, ICV, SHEC o EFT.
Me ha encantado la carta. Me ha emocionado. Me ha llegado. Yo ahora, desde hace un año, me estoy queriendo como soy y por eso tambien puedo amar a los demas como son. No espero nada de ellos, los conozco y los acepto … como son… con sus defectos y virtudes, con sus fallos y sus aciertos… porque asi somos todos, imperfectos, hermosamente imperfectos… al quererme a mi y permitirme equivocarme, tambien quiero a los demas permitiendoles equivocarse. Enhorabuena por la carta a papá.