Los problemas relacionados con la autoestima suelen tratarse muy a menudo en las sesiones (terapia psicológica autoestima).
Podríamos definirla como la capacidad que tenemos las personas para respetarnos, cuidarnos y valorarnos, más allá del miedo.
La facultad que potencialmente tenemos para conectar con la importancia de nuestra vida nos ayuda a no tomar decisiones que literalmente vayan en nuestra contra.
Cuando emprendemos el camino hacia el amor propio, entendemos la necesidad de poner límites y lo facilitamos. Es así como logramos poco a poco conducir nuestra vida y depositar la tranquilidad en nuestras manos.
La autoestima no es “inflarse”. De hecho, esto podría ser consecuencia directa muchas veces de una falta de valoración propia. Quererse a uno mismo no tiene que ver con la imagen que damos al mundo.