Reiki es una técnica de sanación a través de la cual el que lo imparte hace de canal para la transmisión de la energía universal. El objetivo es armonizar el cuerpo, ayudando a estimular la autosanación.
Conduce a un reequilibrio en todas y cada una de las dimensiones personales, a nivel físico, emocional, mental y espiritual, obteniendo así una mayor paz y armonía. Se trata de una herramienta sencilla, agradable e indolora, ya que la persona que la recibe tan solo tiene que tumbarse y relajarse.
La energía universal es una energía «inteligente», dado que interviene en aquellas partes del ser humano que permanecen bloqueadas, favoreciendo por lo tanto un funcionamiento óptimo e integral.
Es una técnica complementaria a la medicina convencional y a las terapias psicológicas. Su eficacia es cada vez más reconocida en ámbitos públicos, como en hospitales, donde la práctica de Reiki se va considerando como una herramienta no invasiva para recuperar la salud.