El chamanismo como herramienta de autoconocimiento

Hablar de chamanismo a día de hoy puede resultar algo extraño y alejado de nuestra realidad. Sin embargo, existen chamanes a nuestro alrededor. El motivo por el cual la figura del chamán ha dejado de tomar presencia entre nosotros es que, por desgracia, cada vez nos encontramos más alejados de la dimensión sagrada y espiritual de la naturaleza.
El chamán, según mi propio recorrido y vivencia personal, es aquel que tiene la capacidad de conectar con el mundo espiritual y hacer de mediador entre éste y nuestra realidad tangible, aquella a la que estamos acostumbrados en nuestro día a día.
Su función pasa por guiar y acompañar a otros en sus caminos de desarrollo espiritual. Es capaz así mismo de conectar con gran parte de la sabiduría y las enseñanzas de la dimensión espiritual para ayudar a la persona a conocerse en profundidad y a descender hasta el último rincón del alma.
También ayuda a despertar la sabiduría de cada individuo en base a las experiencias personales que la vida les brinda a cada uno. En distinción a la figura del terapeuta, el chamán tiene un nivel de comprensión del mundo mucho más profundo, gracias al vínculo que establece, como he mencionado anteriormente, con la dimensión espiritual.
Las capacidades que tiene no lo hace tan diferente del resto, ya que hablamos de un ser humano que necesita recorrer su propio camino de aprendizaje en la vida.
Cuando se hace un trabajo con un chamán, es la propia persona guiada quien experimenta y siente esa conexión. De esta forma encuentra su verdad y, con ella, llega a un entendimiento más completo sobre su identidad, su desarrollo y su relación con el mundo.
La conexión con el Animal Tótem es uno de los trabajos más practicados en el chamanismo. Se trata de una herramienta de gran potencial para favorecer la conexión de cada individuo con su esencia. Además resulta fácil de entender y asimilar.
Se basa en el vínculo que tiene cada persona con un animal concreto, el cual le acompaña durante toda la vida. Éste es el que elige a la persona y no al revés, por lo que no se trata de hacer un trabajo con el animal favorito o el que más guste.
El Animal Tótem es una representación de la persona, una proyección suya, con el que comparte muchas características. Entender y aceptar estas características conlleva una sanación que promueve vivir más plenamente.
Se podría decir que el chamanismo sirve como herramienta de aprendizaje para el autoconocimiento. Presenta una oportunidad de explorar la naturaleza humana a través de una herramienta poco conocida. Ofrece muchas posibilidades, ya que es la propia persona quien a menudo vive la experiencia y la percibe con sus sentidos.
La naturaleza de cada persona es única. Es el deber de cada uno conocerla y abrazarla, para llegar así a un nivel de conexión interior profundo, donde lo más importante ya no es el “personaje” o lo que el mundo espera de cada uno, sino la aceptación de su esencia.
Esto lleva a la persona a una mayor paz interior, porque poner consciencia sobre nosotros y abrazar nuestra naturaleza es conectar con el amor que todo lo sana.
Sobre José Vertedor
Terapeuta, chamán y coordinador de Terapia Humanista. Ofrece sus servicios como terapeuta y como guía espiritual en el centro. Focaliza su trabajo en la conexión profunda que puede ejercer una persona sobre sí misma, elevando la conciencia y despertando la sabiduría interior. Para todo ello José se sirve de algunas técnicas como reconexiones, regresiones, sabiduría animal, gestalt y EFT, entre otros.