La Integración del Ciclo Vital (ICV) es una técnica reciente creada por Peggy Pace en 2002. Aúna los conocimientos de la neuropsicología moderna con un enfoque terapéutico holístico del ser humano.
Ha supuesto un avance innovador en el terreno de la psicoterapia debido a la efectividad demostrada durante la última década.
Esta técnica permite sanar el sistema cuerpo-mente de la persona sin retraumatizar ni profundizar en el sufrimiento del pasado. Es clave recopilar la historia de vida personal, ya que se viaja a través de ella por los recuerdos.
Esto elimina muchas de las resistencias que surgen a la hora de embarcarnos en un proceso de terapia, puesto que se pueden ver resultados sin necesidad de permanecer en las emociones duras o difíciles.
Normalmente, después de una sesión de ICV, la persona se encuentra emocional y significativamente más sosegado que al comienzo. Esto se debe a la capacidad de recolocar en nuestro interior las experiencias difíciles del pasado y, por lo tanto, a la sensación de liberación fruto del trabajo terapéutico.