La Sincronización de los Hemisferios Cerebrales (SHEC) supone un paso más allá en el mundo de la neuropsicología aplicada. Esto es así porque aúna diferentes técnicas de integración cerebral, como la EFT o el TIC. Hablamos pues de una herramienta única y muy completa para sanar diferentes problemas.
Con esta técnica se activan de forma alterna los dos hemisferios cerebrales. Esto se consigue a través de la estimulación del campo visual, comparando el mismo problema según el hemisferio activado. Una vez se termina el proceso, la persona es capaz de observar la situación conflictiva sin llegar a desbordarse emocionalmente, como quien observa una película sin mayor implicación.
De esta forma, conseguimos restablecer una respuesta de tranquilidad y sosiego ante las diferentes experiencias traumáticas de la vida o ante el malestar vivido de forma habitual en el presente.
Se trata pues de una herramienta muy valiosa y eficaz dentro del campo de la salud y la estabilidad emocional. A medida que se emplea en la terapia, la propia sensación de malestar va disminuyendo bajo la mirada de la persona, proporcionando alivio y una clara sensación de lejanía emocional ante la fuente de sufrimiento.