Se suele hablar popularmente de depresión para hacer referencia a un estado de desgana o tristeza continuo en la vida de la persona.
Esto puede ocurrir de forma natural y ocasionalmente ante vivencias personales donde se hace un duelo, por ejemplo.
Sin embargo, la depresión es un trastorno del estado de ánimo que va más allá de lo mencionado. Suele diagnosticarse como tal cuando la sintomatología depresiva se mantiene durante al menos seis meses.
Como principales síntomas destacamos la poca motivación o energía en general, aumento o disminución del apetito, alteraciones en la calidad del sueño, sensación de cansancio continuado y de desesperanza, así como la dificultad para tomar decisiones o concentrarse.